Annie Hall

No te metas con la masturbación. Es hacer el amor con alguien a quien yo quiero.

Woody Allen en Annie Hall

(500) días juntos

Título: (500)Days of Summer
Director: Marc Webb
IntérpretesJoseph Gordon-LevittZooey Deschanel
Año: 2012
Mi calificación: 6,5

Esto es una historia de chico conoce a chica, pero más os vale saber de entrada que no es una historia de amor.

Desbordante principio que llena de expectativas la trama de este largometraje independiente, que resumiendo, es un esbozo de las relaciones del mundo terrenal. En este sentido, la historia nos traerá recuerdos, obviedades y ninguna novedad.

No obstante, lo sobresaliente de este film no es la historia que se esconde tras el guión, sino la forma de presentarla. Desde su narración no lineal hasta las poderosas imágenes llenas de metáforas que aparecen frente a la cámara, la película desprende ingenio y una nueva forma de contar y esconder la siempre reconocible historia de amor y desamor de los dramones románticos.

La película cuenta con un toque de intelectualidad en sus diálogos, alguna escena que desemboca en una gracia ingeniosa y un intento de musical que desvela la experiencia del director en trabajos de videoclips.

La banda sonora resulta conmovedora con sus temas pop y sus baladas, pero carece de la intensidad de la que puede proveer una banda sonora orquestal. Porque al final la película carece precisamente de eso: de intensidad y tensión; y acaba achacando un ritmo leve que puede llegar a volverse pesado. Lo peor, quizá, un final completamente predecible que no está a la altura del resto de la película.

Ahondando en la fotografía y el montaje, el largometraje contiene escenas llenas de expresividad: el coche que entra en un túnel oscuro hasta apagarse en la distancia o el protagonista descendiendo por unas escaleras que parecen conducirle al olvido son un buen ejemplo. También es destacable el uso de la pantalla para dividirla en escenas independientes que además se complementan sin desbordar al espectador.

En cuanto a los intérpretes, a la pareja protagonista le falta un toque más apasionado, más química. Tal vez, con un mayor “feeling” hubiesen dado a la película la emoción de la que carece.

En resumen, originalidad por doquier con una historia del montón, que con un poco más de intensidad en su ritmo y un final más apropiado, podría haberse convertido en una obra magistral.

Iraultza Askerria

Parque Jurásico

-Dios crea al dinosaurio. Dios destruye al dinosaurio. Dios crea al hombre. El hombre destruye a Dios. El hombre crea al dinosaurio.

-El dinosaurio se come al hombre… la mujer hereda la tierra.

Ian Malcolm y Ellie Sattler en Jurassic Park

Los vengadores

Los Vengadores es una espectacular película de acción; un verdadero circo que combina a la perfección los efectos especiales, la tensión y la caracterización irreemplazable de algunos personajes. Aunque la película denota altibajos y un ritmo débil en los primeros compases de la historia, termina por unir de un modo único y creíble a su elenco de protagonistas. Todo bajo un fondo de pura emoción.

Sin embargo, como todas las películas de acción, demuestra una clara evidencia de heroicidad que siempre aparece en el último instante, casi de la nada, siempre bajo el ensalzamiento de las virtudes a costa de la maldad de los antagonistas. Pero como digo, nos encontramos ante una magistral obra de acción; no hay cabida para la intriga ni para atar los cabos, ni para llorar ni sensibilizar al espectador. Es puro teatro de intensas emociones violentas, no un drama íntimo y reflexivo.

La historia tiene un inicio frío e inconstante, que no logra ofrecer un nudo a la altura de las expectativas. Los primeros compases de la película no cautivan, no atrapan; pudiendo llegar a volverse lentos y rítmicamente inadecuados. Un defecto que se alarga alrededor de cuarenta y cinco minutos. Mención especial para la primera aparición en escena de Scarlet Johansson, caracterizando a la Viuda Negra. Su papel logra irradiar sensualidad, letalidad y gracia; llegando a acaparar todo el protagonismo de la cámara. Algo que se echará en falta el resto de la película.

Tras este inicio tortuoso -que, sin embargo, puede defenderse por el hecho de los muchos personajes que se involucran en la historia y que tienen que aparecer a su debido ritmo-, la trama se desplaza hacia un panorama poco previsible para el espectador, mejorando con cada escena. Por un lado, parece que el antagonista ha sido derrotado; por otro, los protagonistas empiezan a dudar de sus propios compañeros. La deslealtad y la tensión comienza a sembrar duda y vuelve la película frenéticamente interesante, envolviendo por completo al espectador.

Desde aquí hasta el final, la historia se vuelve vertiginosa, asfixiante, tensa y absorbente, culminando en un desenlace excepcional, digno de tan poderosos héroes. Ciertamente, este desenlace esta a la altura de los mejores cierres que he visto, en cuanto a películas de acción se refiere.

Dejando a un lado el guión, que prácticamente se resume en un inicio mediocre y un final salvajemente portentoso, la película ofrece otros puntos sobre los que opinar abiertamente.

Por un lado, se debe ahondar casi con obligación en el elenco de intérpretes. El más destacable, indudablemente, Rober Downey Jr., caracterizando a Iron Man con ingeniosos diálogos. A pesar de que no me gustaron sus anteriores trabajos, he de admitir que en esta ocasión borda el papel; posiblemente, el superhéroe más creíble de todos. La presencia de Scarlet Johansson resulta igualmente destacable, aunque desgraciadamente tiene muy pocas escenas en las que la actriz puede mostrar sus dotes interpretativas. Aún así, las pocas opciones las ha aprovechado al cien por cien. Los secundarios como Samuel L. Jackson, Clark Gregg, Stellan Skarsgard y Cobie Smulders cumplen sobradamente con sus roles. Al otro lado de la calificación, me resultan poco acreditativas las interpretaciones de Chriss Hemsworth y Chris Evans. La caracterización del capitán América me parece poco carismática y la del rubio Thor peca de escasa expresividad.

Por otro lado, en el apartado técnico es destacable los efectos especiales, como no, y el sonido es vibrante y envolvente. Se pueden resumir todas las apariciones de Iron Man como un circo de luz y sonido. La banda sonora se abre su hueco a lo largo de la película, siendo destacable durante el trepidante desenlace.

En conclusión, pura emoción y puro espectáculo.

Iraultza Askerria

Alien, el octavo pasajero

Título: Alien
Director: Ridley Scott
IntérpretesTom SkerrittSigourney WeaverJohn HurtIan HolmVeronica CartwrightYaphet KottoHarry Dean Stanton
Año: 1979
Mi calificación: 8

Con el estreno de Prometheus, he tenido la oportunidad de volver a presenciar esta obra maestra del cine. ¿Cómo definirla? Claustrofóbica, tenebrosa, inquietante, aterradora, impredecible, opresiva. No se puede ver el largometraje sin sentir una cuerda alrededor del cuello, apretando hasta la agonía.

A pesar de que Alien no es una película de terror al uso, sino un thiller de ciencia ficción donde el miedo a lo desconocido y a una fuerza superior causan pánico, Ridley Scott consigue asustar, mantener en vilo, cortar la respiración y provocar insomnio.

Es impecable como, con la casi total ausencia de banda sonora, Scott logra crear atmósferas de tensión con el simple uso de la oscuridad y el silencio, alargando la escena fatídica hasta la agonía final. En otras ocasiones, engrana el terror mediante los compases de una música inquietante y opresiva. Siempre, el miedo y la tensión palpitan en cada fotograma.

Todo esto con sencillez, con ritmo adecuado, sin brusquedades, sin pompa, sin vaticinios. El guión se descompone lentamente como un ecosistema moribundo, sin que el espectador pueda llegar a intuir el final. Los protagonistas se ahogan en su propio miedo mientras pierden todo su orgullo para mostrase tal y como son en realidad; ni el más valiente puede evitar un grito. La nave Nostromo, hogar de los personajes, va paulatinamente transformándose en una cárcel desconocida, llena de peligros. Y finalmente, el aliento de la criatura alienígena se siente en cada escena.

El ensamblaje de esta atmósfera hostil, se basa en una fotografía punzante, picada y sombría; y en un montaje vertiginoso cuando se trata de escapar de la muerte y lento y asfixiante cuando se trata de acercarse a ella. Cabe destacar las escenas en las que la cámara corre tras el protagonista o se pasea en territorio hostil en busca de un peligro que nunca encuentra. En ambas, la tensión y el horror se respiran.

El sonido ambiente actúa a su vez de banda sonora: el vapor, el aire, los chasquidos de la nave, los pasos apresurados influyen de tal manera que el espectador se siente dentro de la película, para desgracia del más miedoso.

La banda sonora nunca aparece de relleno. Es escasa durante toda la película, pero su protagonismo resulta destacable y siempre sublime.

Los efectos visuales fueron galardonados con el Oscar y la dirección artística fue acogida con una nominación. No es de extrañar ninguna de estas dos consagraciones si se pondera el enorme trabajo con respecto al alien y sus más sangrientas apariciones, así como las maquetas de la nave Nostromo, siempre misteriosa en cada uno de sus recodos.

En el apartado interpretativo, se hace difícil destacar alguna actuación concreta debido a que la tensión del largometraje impide fijarse en otras facetas cinematográficas. Sigourny Weaver, como la sólida y determinante protagonista, es tan capaz de contagiarnos pánico como insuflarnos valor cuando más necesario se hace.

Y para terminar, una ovación especial para el director, que con su estilo sencillo y su técnica trascendental, ha convertido una historia de extraterrestres malvados en una verdadera obra maestra, donde la tensión y la agonía son los verdaderos protagonistas.

Iraultza Askerria

Historias de Nueva York

New York Stories está compuesta por tres mediometrajes independientes. Cada uno de ellos, se desarrolla en Nueva York y en un tiempo presente, pero sin ninguna relación con el episodio anterior o siguiente. A destacar el renombre de sus directores, en orden de aparición: Martin Scorsese, Francis Ford Coppola y Woody Allen.

Life Lessons, la primera parte, nos relata la inestable relación entre un pintor consagrado y una joven iniciada que busca su hueco en el mundo del arte. Él se muestra obsesivo, cascarrabias, prepotente y posesivo; un hombre que ha fracasado estrepitosamente en el amor, pero que se aferra a la cúspide de la fama y de la gloria gracias a su don artístico. Ella es inocente, frágil e insegura, tropieza en su periplo por la vida sin saber a dónde ir o a quién amar.

El argumento es puramente un drama romántico que en escasos cuarenta y cinco minutos debe entrelazar la trama, aferrarse a la pasión y hacer evolucionar a los personajes. Todo ello lo consigue al ritmo adecuado, pero sin llegar a profundizar tanto como exigía la historia. Al final, el resultado es un sabor amargo, que ni consigue enamorar ni entristecer lo suficiente, dejando un certero sentimiento de indiferencia.

Aún así, la dirección, el montaje y la fotografía resultan soberbias. El manejo de la cámara llega a ser magistral: a veces acelerada e imprecisa como las pinceladas de un pintor egocéntrico; otras un juego de sombras que incitan al misterio, ocultando tras un plano negro lo que sobra del detalle; incluso llega a atacar el detalle de las escenas como un certero cazador. Además, el uso del contrapicado en algunos planos consolida la inalcanzabilidad del amor y remarca la esclavitud que supone para el protagonista.

En cuanto a las interpretaciones, muy convincente el papel de Nick Nolte, aunque a veces llega a ser inexpresivo y otras intensamente real, siendo muy esclarecedoras las escenas en las que el protagonista se enfrenta a sus obras empuñando el pincel. Rosanna Arquette combina su falta de firmeza con su sensualidad, siempre luchando con lo que le dicta el corazón y le aconseja la mente, pese a que la evolución final del personaje no acaba por ser muy reveladora.

En definitiva, un film destacable sin llegar a ser excepcional.

El segundo metraje de 35 minutos, titulado Life Without Zoe, nos invita a presenciar una historia pobre, sin un claro hilo argumental, con tramas y desenlaces que aparecen aquí y allá y personajes tan volátiles como un suspiro; pero todo engranado con la presencia de la protagonista: una niña de doce años llamada Zoe.

Este capítulo en clave de comedia no consigue irradiar ningún sentimiento, emoción y aún menos gracia. La historia es desenfadada, divertida e infantil, pero sin ningún tipo de seriedad, llegando a ser muy poco convincente.

El film está narrado bajo el punto de vista de Zoe, una niña muy especial, extrovertida y valiente, que parece ser mucho más madura que sus propios padres. Incluso, sus amigas parecen ser mucho más maduras que cualquier adulto, como si la trama se desenvolviese en una especie de “mundo al revés”, afianzando el espíritu pijo y cursi de las niñas. Sin antagonistas, sin obstáculos que actúen como tales, el argumento se desenvuelve como un paseo por el campo sin tensión para el espectador.

Quizá lo mejor del film sea la gran puesta en escena con su dirección artística y su vestuario, además de la buena interpretación de Zoe, que como centro argumental nos invita a una historia confusa que parece más un cuento para niños que una película seria y con sentido.

Para terminar, Historias de Nueva York nos deleita con la distinguida estampa de Woody Allen, bajo el título de Oedipus Wrecks.

Ya desde la primera escena el director aparece en primer plano con su diálogo acelerado y sarcástico. No se deja esperar la solidez dialogística del protagonista, que delira y divaga en el odio que siente hacia su madre sobreprotectora que casi no le deja respirar.

Con este sencillo nudo argumental, un hijo que quiere librarse de su progenitora, las situaciones se exageran, los personajes se vuelcan contra el protagonista y la fábula se refuerza mezclando la más nítida realidad con la más pura fantasía.

Como siempre, Woody Allen ofrece una interpretación vertiginosa, llena de gesticulaciones y diálogos ingeniosos. Mia Farrow, como novia de éste, aparece algo distante, sin el verdadero protagonismo que su personaje exigía. Para terminar los secundarios como la madre o la vidente son las caracterizaciones más destacables.

En el apartado técnico, ni la fotografía ni el montaje destacan tanto como en Life Leasson y la puesta en escena no es tan abrumado como Life Without Zoe, pero sí hay que decir que la banda sonora sobresale con sus melodías de blues y jazz.

Concluyendo, Oedipus Wrecks es una obra para reírse de uno mismo y del excesivo amor de una madre. Un mediometraje que acapara los créditos finales con música jazz y trasluce la ingente imaginación del fantástico Woody Allen.

En definitiva, Historias de Nueva York no está a la altura de otros trabajos de estos grandes directores. La intensa historieta de Scorcese es un drama destacable (7.0), la sátira de Allen sigue en la línea del resto de sus trabajos pero con menor plenitud (7.0), y el mediometraje de Coppola es un experimento fallido introducido en mitad de la obra (3.8).

Iraultza Askerria

Brave (Indomable)

«Voy a competir por mi propia mano».

Princesa Mérida en Brave (Indomable)

Brave (Indomable)

Título: Brave
DirectorMark AndrewsBrenda ChapmanSteve Purcell
Año: 2012
Mi calificación: 5,2

 Voy a competir por mi propia mano.

A una tradicional película de Disney de princesas y madrastras me recuerda esta última película de Pixar, pero en tono de comedia, cambiando la malvada madrastra por una madre sobreprotectora y la princesa por una heroína guerrera de espíritu indómito que no va en busca de un príncipe azul -por suerte-. Salvo esta peculiaridad -original, todo sea dicho-, Brave vuelve a desarrollar una trama archiexplotada por la industria de la animación, idónea para los niños y nada satisfactoria para los adultos.Ambientada en la Escocia medieval, la película no consigue retransmitir el esplendor de estos paisajes norteños. Las imágenes se quedan a las puertas de conseguir maravillosas panorámicas de la naturaleza. El entorno parece quedar en segundo plano frente a la indómita protagonista.

Ésta, la princesa Mérida, es fácilmente identificable por su cabello enredado de rojo intenso, como el fuego. Indomable tal y como indica el título. Es el personaje más logrado de la animación. Además, huelga decir que la película acentúa generosamente la apariencia de sus protagonistas -póngase de ejemplo el rey escocés, los líderes de los clanes aliados y sus primogénitos-, pero también se sirve de ella para enfatizar burlas y mofas, haciendo de la comedia algo insustancial, sin ningún tipo de ingenio.

De hecho, el truco más utilizado para inducir la risa son los golpes, los mamporros y las peleas entre sus protagonistas, logrando mostrar a los escoceses como unos verdaderos bárbaros sin sentido común e incitando a los niños a reírse de la más rancia violencia. Lo único permisible en esto ámbito son las travesuras de los tres princesitos, posiblemente, los personajes más entrañables de la historia.

Adentrándonos de lleno en la trama, Brave es una película innegablemente bien narrada con sus cadencias rítmicas, pero que resulta aburrida e insulsa debido a su previsibilidad total. No deja de ser la misma historia de siempre con diferentes personajes, donde se intenta arreglar la relación entre madre e hija mediante una alianza para lograr un objetivo común. Lo más acertado en el ámbito del guión es que prácticamente no tiene ninguna escena sobrante; cada secuencia es parte común de la trama.

Para mi espíritu crítico, lo único sobresaliente del largometraje en su banda sonora, que combina melodías del folclore escocés con baladas y medio tiempos al más puro estilo Disney, que tantos premios ha acaparado.

Mención especial para Steve Jobs, a quien va dirigida la película.

En conclusión, una película mediocre centrada en la risa fácil que narra la historia ñoña e infantil de siempre, protagonizada por una destacable heroína a quien el cuento se le queda pequeño. Mucho Disney y menos Pixar. Recomendable para verla en familia y poco más.

Iraultza Askerria

La Luna

Título: La Luna
Director: Enrico Casarosa
Año: 2011
Mi calificación: 7,8

Precioso cortometraje de animación construido por Pixar que con la ausencia de diálogos nos adentra en una fantasía impredecible. Los protagonistas son una familia formada por el hijo -nuestro entrañable protagonizada-, el padre y el abuelo. Los adultos siempre refunfuñando y enzarzados en inofensivas disputas, mientras el inocente retoño se adentra en una misteriosa misión relacionada con la luna a la que su familia se ha dedicado durante generaciones. Ahora le toca a él.

Mezcla de aventura, comedia y misterio, el final dejará un sentimiento de paz y calma en el corazón de los espectadores. Un cortometraje muy recomendable que con verdadera sencillez narra una bonita fábula. Nominada en la categoría de mejor cortometraje animado.

Iraultza Askerria

Piratas

Título: The Pirates! Band of Misfits
Director: Peter Lord, Jeff Newitt
Año: 2012
Mi calificación: 6,6

Piratas resulta ser tan insípida como ingeniosa, tan descabellada como divertida, tan insustancial en la trama como meticulosa en los detalles. Una historia que flaquea, con sus altibajos y ritmos inadecuados, pero abordada con unos personajes inolvidables, carismáticos y fuertes. Desde la reina sádica e intratable hasta el pirata gentil, bonachón y algo inocente; pasando por un científico condenado al desamor y una tripulación de corsarios heterogénea y divertida pese a su papel secundario.

Visualmente, este largometraje de animación stop-motion es impecable, perfecto en colorido y forma, en contenido y textura. Los detalles aparecen a raudales en cada secuencia, siempre destacables, sin llegar al aburrimiento ni al exceso. Podría enfatizar los créditos iniciales, que ya desde el primer momento anticipan el esplendor de animación al que se va a asistir durante apenas noventa minutos; los créditos finales, que invitan a no abandonar el cine para disfrutar unos segundos más de tan deliciosos dibujos; y los meticulosos viajes en barco bordados sobre un mapa manuscrito que apelan a la aventura más trepidante.

Como ya se ha adelantado, la caracterización de los personajes es inmejorable. Los protagonistas parecen cobrar vida tras sus rostros rígidos. La evolución de cada uno, especialmente del científico y de su mayordomo simiesco, es acorde, acompasada, franca y creíble. Al final, resultan tan entrañables que se les echa de menos.

Pero, por desgracia, la historia y la trama flaquean por doquier, rayando a veces la incoherencia y otras la completa previsibilidad. Aunque en favor de la película, hay que decir que derrocha originalidad, ingenio y humor constante a pesar de su equilibrio interrumpido, su ritmo inestable y su imperdonable falta de emoción, tensión y energía.

También hay que comentar que la banda sonora, festiva y jocosa, ofrece un toque de mayor esparcimiento a la trama. Gran acierto las canciones interpretadas en el largometraje.

En definitiva, una película de animación que con una historia pobre, logra salir a flote con su ingenio, su detallismo y su perfección técnica.

Iraultza Askerria